Horario:
De lunes a viernes de 10 a 14 h.
Martes y jueves de 16:30 a 19 h.

   Quiropodología
   Estudios biomecánicos y ortopodología.
   El pie diabético
   Podología infantil
   Podología deportiva





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    QUIENES SOMOS
 
La Clínica del Pie es un centro de reciente apertura, situado en el distrito de Fuencarral-El Pardo y especializado en el tratamiento integral de la patología del pie, con especialistas Diplomados en podología, expertos en biomecánica y ortopedia del pie, con una acreditada experiencia clínica y específicamente formados en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las afecciones y deformidades del pie. Clínica
En este centro encontrará una amplia oferta de servicios que abarca desde el tratamiento de todas las afecciones de la piel y de las uñas presentes en el pie, hasta el diagnóstico y tratamiento de las patologías óseas y de partes blandas.

Para ello se cuenta con un moderno equipamiento y tecnología, con el que se da solución a los problemas susceptibles de tratamiento.

Ofrecemos un trato individualizado adaptándonos a las necesidades de cada paciente; contamos con los recursos necesarios y más avanzados para la exploración y tratamiento de nuestros pacientes.

La clínica está autorizada por la conserjería de sanidad de la Comunidad de Madrid, con el numero (CS10269)

  Sala de espera        Sala de tratamientos












    Quiropodología
El objetivo de este servicio es mantener en buen estado la piel y las uñas de los pies, realizando un correcto diagnostico, aconsejando el mejor tratamiento para conseguir la curación del problema.

Las patologías más frecuentes a tratar en el ámbito de la quiropodología son:
- Callosidades, durezas y otras queratosis.
- Uñas clavadas o encarnadas (onicocriptosis) y otras alteraciones de las uñas (engrosadas, con hongos, golpeadas, con tumoraciones.). Tratamiento conservador.
- Papilomas
- Verrugas plantares.
- Sudoración excesiva y mal olor (hiperhidrosis y bromohidrosis).
- Hongos (micosis).
- Grietas, fisuras y otros problemas de sequedad.

Desde esta área también se realiza el control y prevención de pies de riesgo, como es el pie diabético, en el que tanto la afectación vascular (llegada insuficiente de sangre a los pies) como la neurológica (disminución de la sensibilidad en los pies) deben ser detectadas con la mayor prontitud, para instaurar un tratamiento que prevenga las graves lesiones que pueden desarrollarse en este tipo de pies.

Es por ello necesario realizar pruebas preventivas en todos los pacientes diabéticos al menos una vez al año, así como acudir a un centro podológico ante cualquier anomalía de los pies por pequeña que sea.

   Las callosidades e hiperqueratosis son áreas en las que se ha producido un aumento del grosor de la piel y son el resultado de excesiva fricción o presión sobre prominencias óseas. Este aumento de grosor de la piel es muy común en el pie y suele producirse en la zona de la planta del pie y encima de los dedos. También pueden producirse en la zona posterior de los talones y entre dos o más dedos, que comúnmente se conoce como "ojo de gallo".

La zona más común de formación de hiperqueratosis en la planta del pie, más concretamente en la zona metatarsal. Esta es una zona de apoyo donde los huesos largos del pie, llamados metatarsianos, soportan una gran cantidad de carga o peso. Si uno o varios de estos huesos (metatarsianos) presentan una desviación de su estructura normal, se producirá entonces un aumento de presión en esa zona y la piel reaccionará formando una callosidad difusa. En ocasiones esa hiperqueratosis presentan un núcleo central que suele ser muy doloroso a ese nivel. Estas zonas se vuelven muy dolorosas según el grosor de la callosidad aumenta. Los pacientes diabéticos tienen un riesgo elevado de perforar o romper la piel en esa zona, produciendo heridas o ulceraciones que se pueden posteriormente infectar. Los pacientes diabéticos no deben nunca de usar remedios caseros y deben consultar a un podólogo para su tratamiento.


La presencia de callosidades entre los dedos es un motivo de dolor muy común en la población. Éstos aparecen como consecuencia de un aumento de fricción o presión entre los huesos de los dedos y el calzado. Muchas veces van asociadas a deformidades en los dedos como "dedo en garra" o "dedo en martillo" que produce rozamiento del dedo contra el calzado.

Tratamiento
El principal tratamiento para la hiperqueratosis, es la deslaminación periódica de la lesión por parte del podólogo. Esto alivia el dolor sólo de forma temporal porque el aumento de presión no disminuye y con el tiempo la hiperqueratosis vuelve a aparecer. Los tratamientos más definitivos son el uso de plantillas específicas diseñadas para cada caso. Estas plantillas tienen como objetivo la distribución de las presiones para evitar zonas sobrecargadas en la planta del pie.

El tratamiento de las callosidades en los dedos u "ojos de gallo" consiste en evitar presión sobre la callosidad y se realiza por medio de dispositivos de silicona o diversos tipos de almohadillados que debe de adaptar el podólogo. Esto debe acompañarse de sacar el callo de forma periódica.

   Uña clavada o encarnada Se llama uña encarnada a la penetración de los bordes de la uña dentro de piel que la rodea, provocando en muchas ocasiones inflamación, dolor e infección de la zona. Con la invasión bacteriana el margen de la uña se vuelve rojo, inflamado y ocasional con pus. En personas con diabetes o con mala circulación este problema relativamente pequeño puede convertirse en un problema extremadamente grave. En estos casos una simple uña encarnada puede resultar en una gangrena del dedo. Igualmente, pacientes con prótesis articulares o marcapasos tienen mayor riesgo de diseminación bacteriana a través de la circulación pudiendo llegar a diseminar la infección a estos sitios mencionados. Estos pacientes deben de buscar atención ante los primeros signos y síntomas de que la uña se clave. El podólogo puede retirar la espícula de uña que provoca el problema y el dolor desaparece inmediatamente, pero puede volver a ocurrir.

Existen muchas causas por las que las uñas se pueden clavar; por tendencia hereditaria, por corte inapropiado de las uñas o por el uso de un calzado que cause mucha compresión en la zona.


Para evitar y prevenir la presencia de uñas clavadas es recomendable usar un calzado apropiado que no comprima la zona de los dedos y cortar las uñas de forma recta y no muy cortas.

   Papilomas o verrugas plantares La verruga común se conoce como papiloma cuando su localización es en la planta del pie. Estas lesiones están causadas por un contacto directo con el virus. La humedad y el sudor en los pies predisponen a la infección por papilomas. Pueden infectarse en las duchas y en las piscinas, la exposición en el momento justo puede llevar al desarrollo de la infección por papiloma.

Los papilomas presentan apariencia de piel gruesa o engrosada con coloración amarillenta o marrón. A menudo tienen la apariencia de callosidades y pueden confundirse con éstas.


Tratamiento
Existe una gran variedad de maneras de tratar los papilomas. El tratamiento profesional por el podólogo varía en cada caso. Pueden eliminarse con la aplicación de ácidos que van eliminando poco a poco la lesión, mediante crioterapia (congelación), inyecciones intralesionales, etc.

La quemadura del papiloma con ácidos tópicos es una de las formas más utilizadas para el tratamiento de los papilomas. Esta forma de tratamiento es prácticamente indoloro para el paciente y requiere varias aplicaciones seguidas (en intervalos de 7- 15 días) para que la lesión se elimine definitivamente.

   Hongos en las Uñas Una de las causas muy comunes de alteraciones en la uña es la presencia de hongos en ellas. El hongo que infecta la uña es el mismo hongo que causa el "pie de atleta" o infección por hongos en la planta del pie. Generalmente la infección comienza en la punta final de la uña y va creciendo progresivamente hacia el dedo. Los hongos en las uñas de los pies (onicomicosis) son infecciones que afectan a la uña y la zona que se encuentra debajo (el lecho ungueal).
Casi nunca suele producir dolor por lo que muchas veces pasa inadvertida y cuando nos damos cuenta de su presencia ya está plenamente asentada en el pie.
Con el tiempo la uña tiende a engrosar, cambiar de color y cambiar también de apariencia. El color que coge la uña infectada por hongos es muy variable, pero habitualmente es un color amarillo oscuro o marrón oscuro. Los pies con más sudoración contribuyen a la infección inicial y su diseminación posterior. Los hongos suelen preferir un ambiente húmedo, oscuro y caliente y es por esto por lo que suelen afectar más comúnmente a las uñas de los pies que a la de las manos.

Diagnóstico
No todas las uñas engrosadas o amarillentas tienen infección por hongos. El daño o la presión constante al caminar por el calzado hace igualmente que las uñas se engrosen y se pongan amarillas. Esto se puede confundir con hongos y tratar incorrectamente la uña cuando en realidad no presenta una infección. Un especialista del pie y del tratamiento de las afecciones ungueales puede diferenciar entre alteraciones mecánicas o infecciones por hongos en las uñas.

Tratamiento
Es mejor comenzar el tratamiento tan pronto como sea posible. En los casos iniciales con productor tópicos sobre la uña puede ser suficiente. En casos más avanzados es necesaria la prescripción de cierto fármacos para tratar las uñas que pueden ser tópicos, orales o combinaciones de ambos. Si existen factores como sudoración excesiva asociados, también deben de tratarse adecuadamente para asegurar el éxito del tratamiento.













    Estudios biomecánicos y ortopodología
  Cada día sometemos al pie a miles impactos repetitivos con nuestras actividades cotidianas. Es normal que aparezcan en el pie y miembro inferior dolores por sobreesfuerzo, sobrepresión o por aumento de la tensión mecánica de las estructuras. A todas estas alteraciones se les llama "Problemas de Origen Mecánico".

La biomecánica estudia el comportamiento mecánico humano por métodos de ingeniería. El podólogo es el profesional sanitario con una excelente preparación en la biomecánica del pie y miembro inferior y es el profesional indicado para la evaluación y tratamiento de sus problemas de origen mecánico.

En la exploración biomecánica, el podólogo realiza un estudio de la marcha, observando las posibles anomalías que puedan repercutir en la salud del paciente al caminar con los pies en una posición inadecuada.

El tipo de estudio varía en función del problema del paciente, la edad, así como la actividad deportiva que realiza o la profesión que desempeña. Han de tenerse en cuenta patologías originadas por la mal posición de los pies, que pueden ser causa de problemas a nivel de rodillas, caderas o columna.

Mediante un estudio de presiones plantares, pueden localizarse con exactitud los puntos con sobrecarga que son causantes del problema del paciente, pudiendo así adaptar la plantilla que más se ajusta a la patología.

Un método de tratamiento de los problemas de origen mecánico son las ortesis funcionales. Las ortesis funcionales son plantillas realizadas previo un riguroso estudio biomecánico y cuyo objetivo es corregir la función anormal del pie durante la marcha o las actividades deportivas.

            












    El pie diabético
  El pie del diabético debe considerarse un pie de riesgo, ya que es más susceptible a padecer determinados tipos de lesiones

En muchos pacientes diabéticos crónicos aparecen en sus pies lesiones en la piel que pueden ser agravadas o producidas por alteraciones osteo-articulares (dedos en garra, juanetes, etc..) que terminan frecuentemente lesiones necróticas (muerte de las células de la piel) o infecciosas.

Las lesiones de los pies constituyen una complicación frecuente y a veces grave en los diabéticos. Estas alteraciones son el origen de intensos sufrimientos, larga permanencia en cama y, a menudo de importantes pérdidas de partes anatómicas de los miembros inferiores y / o cambios definitivos en su función.

En general, las lesiones necróticas (muerte de las células de la piel) se atribuyen a la disminución del aporte sanguíneo de los tejidos por obstrucción arterial, así como a la neuropatía diabética (falta de sensibilidad).

Varios elementos conforman la clínica del pie diabético y no suelen darse de forma aislada, y cada uno de ellos empeorará el pronóstico. Son conocidas las ulceraciones del pie en pacientes diabéticos, asociadas a presiones excesivas, ya sea a nivel plantar o por compresión y / o fricciones de partes blandas de nuestro pie causadas por el uso de una calzado inadecuado que se ven incrementadas por desviaciones digitales (dedos en garra, juanete).

Es frecuente en los pacientes diabéticos que las lesiones propias del denominado pie diabético trascurran

Tratamiento
Es de vital importancia que el tratamiento de la piel, uñas del pie diabético sean realizas por un podólogo para evitar riesgos. En la clínica del pie se le asesorará en:
   Tratamiento de durezas / callos.
 Plantillas personalizas para descargar zonas de hiperapoyo y así prevenir ulceraciones.
 Aparatos correctores para los dedos con el fin de evitar o disminuir hiperpresiones.
sin dolor, debido a lo cual se suele agravar la lesión antes de que el paciente pida ayuda especializada.












    Podología Infantil
  Los niños son un grupo de población vulnerable a los estímulos externos que puedan recibir en su vida diaria. Por ello, es imprescindible el control periódico para evitar la aparición de complicaciones posteriores que puedan dificultar su desarrollo correcto. Una evaluación precoz de la forma de pisar de un niño puede ayudar a evitar muchas patologías en la edad adulta, realizando tratamientos correctores y preventivos, con la ayuda de una plantilla personalizada infantil con la cual ayudaremos a mantener una correcta posición del pie y la pierna del niño y así permitir una buena maduración músculo articular. Tener un buen apoyo plantar garantizará un mejor desarrollo psicomotriz del niño y favorecerá la práctica deportiva del mismo. Caídas frecuentes y torpeza al caminar sin motivo aparente, dolores plantares y cansancio prematuro del niño nos deben alertar para consultar al podólogo.

Muchos de los niños considerados "torpes" y que no les gusta el deporte, en realidad tienen una forma de pisar que les dificulta y les hace que tengan menos aptitudes deportivas y por lo tanto abandonen dichas prácticas. No debemos olvidar que el niño está en una fase de desarrollo, crecimiento y formación, y por tanto, las alteraciones que pueda presentar se pueden consolidar en esta fase para hacerse permanentes en la etapa adulta. Por eso una alteración del apoyo plantar también afectará a la colocación de la rodilla y la posturología del niño.

Un correcto diagnóstico y tratamiento de las alteraciones estructurales y/o funcionales en pies y piernas de los niños ( pies planos o cavos, pies valgos o varos, geno valgo, etc.) es básico para permitir que el niño se desarrolle y crezca correctamente. Se recomienda la primera exploración infantil sobre los 3 años.












    Podología deportiva
  La inmensa mayoría de las lesiones y dolores en el pie, rodilla y cadera del deportista y del corredor tienen un origen mecánico. La práctica deportiva y en especial la carrera someten al pie a miles impactos repetitivos. Es normal que aparezcan en el pie y miembro inferior dolores por sobreesfuerzo, sobrepresión o por aumento de la tensión mecánica de las estructuras. A todas estas alteraciones se les llama "Problemas de Origen Mecánico".

La biomecánica deportiva estudia el comportamiento mecánico del gesto deportivo por métodos de ingeniería. El podólogo es el profesional sanitario con una excelente preparación en la biomecánica del pie y miembro inferior y es el profesional indicado para la evaluación y tratamiento de los Problemas de Origen Mecánico en la práctica deportiva. En el caso del corredor el gesto deportivo del corredor más determinante es su pisada. El estudio de la pisada nos informa de cómo el pie y miembro inferior funcionan durante la carrera.

La pisada es muy diferente de unos corredores a otros y determina las diferencias existentes en la biomecánica de los diferentes corredores y la propensión a determinadas lesiones de unos y otros.
 



Clínica del pie Maria Vallejo Tel. 91 372 02 54
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